Un Malma para Ingrid

Tenia una asignatura pendiente con los Malmas... todavia no habia hecho ninguno. Y la ocasión la pintaron calva cuando me pidieron un regalo para una niña de once años. Hacia un mes que habia comprado unos malmas en mi ultima y muy rara ocasion en que visito ese entresijo de pasillos, flechas en el suelo y nombres en sueco (y me gustaria ir mas pero me cuesta la vida arrastrar a mi churri a aventurarse en semejante laberinto, pero eso es otra historia) y me lancé; previa visita a los blogs de mis compis de foro buscando inspiración y... voilá! Causó furor entre las niñas de la fiesta... y a Ingrid le encantó.