La segunda parte del regalo de Miriam fue un album personalizado.
Partiendo de cero, con cartulinas de alto gramaje, cartón duro para las tapas y mucha imaginación empecé a llenar páginas y páginas con papeles, sellos, fotos y detalles; frases bonitas y una dedicatoria especial al final del album. Ha sido un proyecto precioso de hacer y el resultado hizo llorar de emoción a su protagonista.
Este álbum transmite mucha ternura. No me extraña que la dueña se emocionara.
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